La Gran Mentira de los Termómetros Callejeros
Cuando el calor comienza a apretar y sobre todo en verano, en zonas del valle del Guadalquivir y campiña, resulta increíblemente natural el hablar de temperaturas de 50ºC o incluso de más, aunque en verdad y oficialmente las máximas anuales absolutas o reales no hayan sobrepasado los 43-44ºC realmente (y eso de manera extraordinaria). Hemos hecho de los valores exagerados lo cotidiano, cuando de normal no tienen absolutamente nada. Algunos se han podido acostumbrar a ello… pero en en contra de la desinformación y en defensa de la objetividad hemos de advertir que esos valores de temperatura no son correctos ni aproximados. La fuente de éstos datos erróneos son sin duda los termómetros urbanos, los cuales generan desinformación generalizada al ciudadano y contradicen los valores de «temperatura real» que se ofrecen en los pronósticos por parte de los organismos oficiales, tal caso como es la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
Los termómetros de «a pié de calle» bajo fuertes insolaciones no marcan ni la temperatura real ni la sensación térmica.
Estos dispositivos acumulan calor y nos hablan en demasiadas ocasiones de temperaturas realmente desorbitadas, ya que al estar montados bajo materiales metálicos, al ser éstos generalmente de color oscuro y al no ser instrumentos preparados para disipar el calor de exceso, ni aislados, ni equipados con sensores profesionales (o al menos fiables), llegan a marcar barbaridades que muchos ciudadanos llegan a tomar como una realidad, todo ello sumado a que normalmente se encuentran instalados en zonas céntricas o en lugares abiertos en donde la exposición solar no da tregua, con insolaciones de hasta más de 8 horas seguidas.
Por poner un ejemplo, 40 ºC reales o absolutos se muestran como unos 46-52 ºC en dichos termómetros, más aún si se pasan toda la mañana-tarde al sol, no son capaces de disipar el exceso de calor de la zona del sensor térmico y de la carcasa. Aparte cada termómetro dice un valor distinto de temperatura, no son homogéneos a la hora de informar e incluso alguno se dispara hasta los 60ºC, lo cual ya es tremendamente disparatado, y nunca mejor dicho.
El desvío de la temperatura presentado por éstos dispositivos tiene relación directa con las horas de sol, con la temperatura real del aire y del tipo de material sobre el que estén montados, presentando una desviación positiva en progresión aritmética, más notable mientras mayor sea la temperatura absoluta del aire, es decir, a mayor temperatura real….mayor desvío presentan éstos aparatos en presencia del sol y más temperatura marcan. Quizás nos podrían hablar de la sensación térmica si fuéramos metálicos, oscuros, no transpirásemos y estuviéramos parados más de 6 horas al sol sin hacer ninguna actividad física…..pero no es el caso de nadie, evidentemente.
Para tener una idea comparativa…si diéramos por válido y real los 50-52 ºC que vemos muchas veces en los termómetros de calle en Sevilla….sufriríamos las mismas temperaturas que en el desierto del «Valle de la Muerte» en California (Estados Unidos), en donde se alcanzan las temperaturas más altas del planeta. Parece ser que compensa y vende más la imagen del termómetro con 53ºC y la Torre del Oro al fondo, pero no hay nada de verdad en esos valores aparte de lo espectacular de ver esa dantesca cifra en Sevilla…cuando sería más propio del desierto más hostil.
De noche y una vez que se enfría el material éstos termómetros se aproximan más a la temperatura real o absoluta, aunque no son capaces de expresar sensación térmica de frío (o calor…a falta de un higrómetro) o chill o enfriamiento a falta de un anemómetro (enfriamiento de las superficies o cuerpos debido a la acción del viento).
Se puede comprender el hecho de que muchos ciudadanos hayan adoptado de esos desmesurados valores su sensación o percepción de la temperatura, ya que éstos dispositivos están por todos lados y uno acaba asociando sin querer un valor de temperatura a una sensación o percepción de la temperatura en base a la costumbre, pero es nuestro deber señalar que los valores que proporcionan éstos dispositivos no son ni correctos ni aproximados. Lo que no se comprende es que ante la explicación detallada del fenómeno muchas personas se nieguen a aceptar el hecho y sigan creyendo ciegamente en lo que marcan éstos dispositivos, e incluso defiendan su postura demasiado enérgicamente.
También resulta preocupante el efecto psicológico que se produce cuando por ejemplo un viandante observa estos valores en los termómetros. Ha quedado demostrado que se producen sensaciones de sofoco, agobio, ansiedad o incluso se incrementa el riesgo de que se produzca un «golpe de calor», ya que se tiende a interiorizar más intensamente la idea del gran calor que hace o que se sufre, intensificando cabe la redundancia la sensación de calor percibida.
Es complicado luchar contra ésta tan extendida desinformación, ya que hasta los medios de comunicación en demasiadas ocasiones se hacen eco de manera sensacionalista y poco profesional señalando éstos valores de 50ºC en Sevilla como reales o como noticia a falta de mejores cosas que contar, pero hay que hacer un esfuerzo y tratar de comprender que las temperaturas que vemos y a las que estamos acostumbrados no son las que son realmente.
JR. Rivas ~ El Tiempo Sevilla.
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Sería mejor eliminarlos, ¿no es así?
Buenas Fidel! Pues no quizás eliminarlos sino adaptarlos, pero ello conllevaría una gran inversión que de seguro no compensa a los responsables. Quizás con ser conscientes de que nos engañan sería suficiente. Un saludo!
Bien, porque además indican la hora. Haremos el estudio acerca de si están expuestos al sol, si estan sometidos a rachas de viento o no, etc.
La verdad es que esta adaptación la venía realizando en mi cabeza hace años por las razones que se han indicado en el artículo, pero hay que realizar un trabajo con otras personas. Gracias, Juanra.
Bueno, pensamos que es algo obvio…y que las bases están puestas en el artículo. Que pongan la hora sin duda es algo bastante útil, pero en el tema de las temperaturas…no cualquier sensor o emplazamiento vale para éstos dispositivos…más bien por que a diferencia del frío el calor es acumulativo en los materiales y no se disipa al estar sometido a más entrada de calor al estar expuestos al sol. Según leo…sugieres ser responsable a este respecto de los termómetros, ¿me equivoco?. Un saludo!
¿Sabéis, a a ciencia cierta, donde se haya el captor de temperatura?.
Buenas Javi. Pues intentamos lograr el datasheet (hoja de datos) de los «reloj-termómetro» para colgarlo en el artículo…pero la búsqueda no obtuvo frutos.
Inspeccionando a simple vista uno de los modelos más usuales de Sevilla capital vimos a unos 1,5 metros en el mástil central una pestaña cerrada con llave, posiblemente el sensor se encuentre en dicha zona o por lo contrario en la estructura superior a 3 metros. Aún así aunque se encuentre más bajo o más alto…la temperatura que alcanza el metal de la chapa es descomunal (hemos tocado a pleno sol en verano…y se puede freir un huevo perfectamente).
Un saludo!
Fantástico artículo Juanra, si no te importa lo voy a compartir en el Facebook, creo que es importante que la gente entienda este problema. Creo que nunca he leído un artículo sobre este problema que esté mejor explicado, de 10. Enhorabuena.
Muchas gracias!!!! Sin problema, un honor que lo compartas para mi! 🙂 A ver si dentro de poco podemos compartir la hoja de datos del dispositivo…
Un saludo y gracias!!
Me parece correcto que se de esta información amplia, respecto a los «reloj-Termómetro» que están en la calle, pues nunca me fié de ellos, debido a que sabiendo que son de chapa la cual tienen su contracción y dilatación, y la capacidad térmica de absorción es brutal, las cifras que muestran de reales no tienen nada, seguro que serán erróneas con un % bastante alto, siempre que puedo me miro la AEMET, que considero que dentro de lo que hay es la única fuente mas fiable conocida.
P.D: Como trabajador de carga y descarga de maletas en el aeropuerto que soy, quiero saber la temperatura real que hace y la sensación térmica, ya que aquello si es una sauna jajajaja
Att: Un cordial saludo, y gracias por dar a conocer al publico esta información.
En muchos coches se anuncia la temperatura exterior y si se aproximan al del termómetro de la calle.
Una cosa es la temperatura oficial tomada a la sombra y otra es la que hace al sol con el asfalto recalentado.
Los registros fiables se deben de hacer a través de un sensor de alta precisión dentro de una garita protectora y ventilada al sol, con motivo de conocer la temperatura del aire y no la de las superficies recalentadas por el sol, que cambian dependiendo del material, color, horas de insolación y más factores que dificilmente pueden unificarse. Con el valor absoluto de la temperatura del aire y sensor de radiación solar incidente se pueden calcular las sensaciones térmicas para las personas y la temperatura que alcanzan numerosos materiales (incluyendo el asfalto, metales…) o colores al sol (el negro se calienta más que el blanco, el cual produce más albedo). Por tanto el valor más importante a tener en cuenta es la temperatura absoluta del aire, ya que con ella se puede calcular todo lo demás. Un saludo.
Pues sí, el artículo viene a cuento de una de mis obsesiones particulares: la riada de tópicos meteorológicos que vemos en la tele todos los días, aliñados con una increíble ignorancia acerca de lo que es el clima en España. Como muestra, os refiero el asombro de una amiga de Zaragoza al saber que la media pluviométrica de Sevilla es un 67% mayor que la de su ciudad. ¡No es posible!, me decía, porque «Zaragoza está mucho más al norte». O el típico reportero que cada año nos muestra ante las cámaras lo insólito de una nevada en la provincia de Almería, cuando nieva todos los años.O aquél grupo de senderistas vascos que en su página web confiesan que les sorprendió ver tanto verde en las provincias de Sevilla y Huelva en pleno mes de Diciembre, cuando es lo más normal en ese mes; no es es el verde del Norte, ¡claro!, pero de otoño a primavera hay hierba en muchos sitios (Sierra Morena, especialmente); sin embargo, el tópico dice que el Sur es un desierto donde no llueve nunca. En fin, podría llenar varios folios contando los disparates que la gente cree en lo referente al clima; eso sí, en los centros escolares cada vez se estudian más Matemáticas y menos Geografía.
Yo, sin embargo tengo otra teoria y es que no se dice la temperatura a pie de asfalto para no «asustar» al turismo porque si no la realidad seria mas cruda, por encargarle a unos supuestos «especialistas en la materia» la construcción de dichos termómetros que suponen un gran desembolso del dinero de los contribuyentes a sabiendas que por sus caracteristicas no iban a servir para nada.
Un saludo